La I Subida Valle Gran Rey deja momentos históricos.
Velocidad de vértigo, estrategia y una abrumadora respuesta de la afición argumentan el gran éxito de la competición organizada por Gomera Racing
La I Subida Valle Gran Rey dejó este sábado momentos para la historia del automovilismo canario y, en especial, de La Gomera. Que un bólido como el Audi R8 Le Mans de Luis Monzón circule a casi 300 kilómetros por hora en una carretera de montaña no es algo habitual, precisamente.
La remontada o, más bien, estrategia de la escudería Copi Sport, que llevó al extraordinario piloto Enrique Cruz al segundo puesto, solo por detrás de Monzón y su ‘avión’, fue otro de los motivos por el que se ha llegado a catalogar la competición como increíble o espectacular.
Pero, si de algo hay que hablar realmente, más allá de la conocida sobradamente altura de los pilotos, es de la pasión que los amantes del automovilismo mostraron por su deporte. Los aficionados poblaron la carretera de Valle Gran Rey como nunca se había visto en la isla colombina. Todo un éxito para un evento que había sido imposible realizar sin el trabajo de la escudería Gomera Racing y, por supuesto, la colaboración del Ayuntamiento, del Cabildo Insular de La Gomera y de todos los patrocinadores. Porque, como ocurre en todas partes, el secreto del éxito siempre pasa por el trabajo duro y, sobre todo, en equipo.
Tras la prueba, durante la entrega de trofeos, y ante el numeroso público asistente, el alcalde de Valle Gran Rey, Ángel Piñero, se mostró entusiasmado y dispuesto a colaborar en la celebración de una nueva subida. Como suele decirse “despedimos la primera y damos la bienvenida a la segunda”, comentó.
En términos generales, los organizadores mostraron su satisfacción por el resultado del esfuerzo. Dada la gran acogida que ha tenido, no es descabellado augurar una nueva edición de la rampa de Valle Gran Rey.
NOTA DE PRENSA
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