Estimados lectores,
No es ninguna novedad que el team que hacemos SemanalClasico cada día dede el año 2003, seamos incondicionales de la marca del biscione: Alfa Romeo. En diversas ocasiones lo hemos explicado, es un sentimiento, una pasión, una forma de ver y sentir la vida y tiene una historia apasionante tanto tecnológicamente como automovilísticamente hablando. Alfa Romeo representa una manera de pensar del hombre milanés con la que conjugamos y con la que fue creada hace ya más de un siglo y sigue conservando sus tradiciones milanesas.
Allá por 1967, Alfa Romeo y los maestros artesanos de Bertone unen sus fuerzas para crear algo único, diferente, sorprendente: El Alfa Romeo Carabo. El Carabo se construyó precisamente sobre un chasis con número de serie 75033.109, que era, precisamente, el chasis de una 33 Stradale estrictamente de calle. Pero vayamos por partes: el Carabo compartía piezas con la inigualable (el automóvil más bello de la historia?) Tipo 33 Stradale pero, debido a que Alfa estaba encontrando dificultades para poder vender las Stradale ya que su precio era de alrededor de 15,000 Euros de aquel tiempo, la dirección decidió enviar cinco chasis que permanecían en Arese a diferentes carreteros italianos: dos fueron enviados a la sede de Pininfarina, los cuales fueron utilizados para los proyectos 33.2 y el Cuneo; otro chasis fue enviado a Italdesign, donde crearon el concept Iguana y, finalmente, los dos que quedaban se destinaron a Bertone; uno para el Cuneo y el otro para en concept Navajo de 1976.
¿Cómo era ese chasis? Era con forma de H, tubular que estaba unido a un motor de 1995 cc montado longitudinalmente, construido completamente en aluminio, con inyección mecánica, diseñado por la genialidad de Carlo Chiti y que, por cierto, fue también el primer Alfa Romeo V8. Dicho motor emanaba 230 caballos de potencia en esta versión ya que en la versión Stradale otorgaba unos 270 caballos, lo que garantizaba una velocidad máxima de 256 km/h y de pasar de 0 a 100km/h en apenas 5.5 segundos. LA potencia se entregaba a las ruedas motrices traseras las cuales se movían a través de una caja de cambios transaxle sincronizada de 6 velocidades diseñada por Valerio Colotti.
Si hablamos de diseño, el gran Marcello Gandini creó un vehículo que, sin duda alguna, revolucionó el diseño de la industria del automóvil desde el momento en que fue presentado y que aún se extiende hasta los días actuales. La ubicación del motor permitió realizar un morro acabado en punta que, junto con un equilibrio heredado del Stradale y un metro de altura máxima, marcó el diseño de lo automóviles de los años 70 y 80. El propósito de este diseño Wedge-shaped fue eliminar los problemas aerodinámicos a alta velocidad que tenía por entonces el Lamborghini Miura, diseñado por Gandini apenas 2 años antes. Pero las innovaciones no acababan aquí! Los faros delanteros estaban escondidos dentro del morro y se activaban como flaps activos y, además, fue el primer concept con las puertas delanteras que se abrían para arriba desde su extremo frontal, llamadas puertas de tijera. Este diseño de puertas fue más tarde utilizado por Gandini otra vez cuando diseñó el Countach, modelo que tenía en este tipo de puertas su característica más distintiva.
Desafortunadamente el Carabo se quedó en un one-off, pero…de dónde viene su nombre? Carabo y su inigualable color es una palabra derivada de Carabidae, los cuales son una familia de escarabajos con este color tan distinto y llamativo a la vez.
Carabo….elegante y romántico, el paso del tiempo no pasa por él y, con su diseño de cuña, ha logrado permanecer en el tiempo.
Redacción
Comments powered by CComment