Estimados Lectores,
Seguimos con un nuevo capítulo de nuestra Guía Clásica. Este nuevo capítulo lo hemos titulado: A la búsqueda de un automóvil para restaurar
Hace un cuarto de siglo ya desde que los especuladores e inversionistas dejaron de invertir en arte y comenzaron a comprar vehículos de colección. Como consecuencia, los valores de los mismos se dispararon, alcanzando valores ridículos en la mayoría de los casos. Centenares de modelos aparecieron y fueron restaurados aplicando más tiempo y mano de obra en los mismos que incluso cuando fueron fabricados nuevos. Eras tan altos los valores de mercado que incluso después de haber invertido millonadas en su restauración, aún se les podía sacar beneficio en el momento de su venta.
Pero la burbuja explotó como era de esperar y los valores volvieron a unos números más coherentes. Hoy en día hay muchos modelos de clásicos que se pueden comprar en un estado para completa restauración o incluso desmontado y almacenado en cajas. Es posible restaurarlos y venderlos por una módica suma y obteniendo beneficios. Pero…la afirmación correcta es: restaurar un clásico no te hará rico en absoluto…y la pregunta correcta es: entonces…¿por qué lo restauramos?
Las respuestas a esta pregunta son variadas y diferentes:
* a algunos aficionados les encanta trabajar en coches viejos, restaurarlos completamente a sus orígenes y esto es más interesante que sólo hacerles revisiones o cambiarles el aceite
* otros aficionados lo hacen por querer salva a un clásico de perderse para siempre
* otros prefieren hacerlo para poder reconstruir el vehículo según sus propias especificaciones
* económica: es más barato hacer uno mismo…en teoría
Pero una restauración total no es nada fácil; son necesarias ciertas habilidades, diferentes herramientas, un lugar dónde realizarla, dinero para piezas y, lo más importante quizás, el tiempo y la paciencia para realizar dicho trabajo. Adquirir un vehículo en estado “para restaurar” puede ser mas difícil que comprar un vehículo ya restaurado y puede dar a lugar a muchos..muchísimos dolores de cabeza. Nunca podrás estar ciertamente seguro del trabajo necesario a realizar para retornar el vehículo a su condición de origen. Recién lo sabrás cuando te dispongas a desmontar el vehículo en cuestión pieza a pieza. Es recomendable tomarse el tiempo necesario y verificar al máximo el vehículo que queramos adquirir para poder realizar un presupuesto lo más ajustado posible a la realidad final. Intenta hacerte una idea qué partes podrás salvar y restaurar y cuáles deberás adquirir nuevas. También aquellas piezas que no están en el vehículos y que serán necesarias para acabar la restauración. No olvides tener en cuenta las modificaciones necesarias para llevar el vehículo a su estado original; pueden darte muchos dolores de cabeza e, incluso, llevar a abandonar el proyecto. No todas las modificaciones son reversibles.
Considera y se realista de tu propio entusiasmo y tus límites como restaurador; sería excelente comenzar con un proyecto de baja dificultad, lo que valdrá para evaluar tus propios conocimientos y paciencia para con el mismo. Muchos proyectos son abandonados y luego vendidos cuando el propietario se da cuenta de los difícil que está siendo, ya que no lo evaluó previamente. Aunque comprar un proyecto empezado puede ser una buena idea, ya que nos permitirá evaluar perfectamente el coste de lo que queda por hacer. Como contrapartida, es más fácil poner todas las piezas juntas si hemos realizado nosotros el haber desmontado el vehículo desde un principio.
No nos olvidemos que todos los vehículos son restaurables, siempre y cuando dispongamos de tiempo, entusiasmo, ganas y dinero. Y aquí es cuando entra la dicotomía: restauraremos un clásico o sólo fabricaremos un vehículo nuevo? Tengámoslo en cuanta porque una restauración puede costar mucho más que el valor del vehículo.
A disfrutar!
Redacción
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