Estimados Lectores,
A partir de las 10 de la mañana fueron arribando al punto de encuentro las tripulaciones con sus clásicos. Algunos de Montevideo, otros de Punta del Este y desde Argentina lo hicieron en dos grupos, los adelantados que viajaron el día anterior y los que lo hicieron el mismo sábado.
El día se presentó gris pero templado, con tenues lloviznas intermitentes, no obstante , tal cual lo previsto, a las 11 en punto se puso en marcha la caravana por Ruta 21 con rumbo a La Calera de las Huerfanas, lugar de relevancia histórica que en 1938 fue declarado Patrimonio Público y Monumento Histórico Nacional.
Era el casco de la estancia Rio de las Vacas manejada por los jesuitas a partir de 1741, en donde se producía cal para construcción (de allí el nombre calera) y las ganancias obtenidas serían destinadas a mantener el Colegio de las Niñas Huérfanas de Buenos Aires.
A partir de 1767 la estancia pasa a depender de Buenos Aires administrada por Juan de San Martín, padre de nuestro prócer, el General José de San Martín hasta que en 1777 se hace cargo la Hermandad de la Santa Caridad de Buenos Aires, institución con carácter de cofradía, integrada por lo más selecto de los funcionarios civiles, militares y comerciantes de Buenos Aires.
Una de las particularidades que presenta la iglesia construida por los jesuitas es que el retablo forma parte integral de la pared. De estructura incombustible, ofrecía serias dificultades para su destrucción. En caso de peligro, los moradores de la “reducción” antes de abandonarla, podían retirar los ornamentos y las imágenes de las hornacinas y ocultarlas en algún escondrijo; una vez pasado el peligro se volvía a colocar todo en su sitio y las cosas seguían como antes.
Luego de la visita, continuamos hacia Carmelo, donde almorzamos en Puerto Camacho.
Por la tarde, retornamos a Colonia del Sacramento, haciendo un alto en el paraje San Pedro para ingresar a la estancia Manuquita donde nos encontramos con el magnífico Museo Cars. Un espacio de más de 2000 metros cuadrados en el que se puede hacer un viaje en el tiempo. Se exponen todo tipo de antigüedades, desde fotografías hasta autos restaurados con ambientación de comercios de época como Barbería, Estación de Servicio, Farmacia, Gomería, Consultorio Médico, Vivienda, Armería, Relojería y Talabartería.
El domingo nos regaló un hermoso día soleado y caluroso para la época, algunos sacaron sus capotas y disfrutaron con su clásico del hermoso paisaje dejando acariciar sus rostros por el viento.
Tomamos la Ruta 1 hacia la denominada Costa de Oro encontrándonos en primer término con el pintoresco Balneario Santa Ana. Bordeando el Rio de la Plata por la rambla, llegamos al Balneario Artilleros para luego continuar a Juan Lacaze y de allí a Nueva Helvecia donde almorzamos en el Hotel Nirvana.
Por la tarde tomamos rumbo a Playa Fomento, Playa Parant, Playa Azul y Britópolis. Seguimos por caminos secundarios hasta llegar a la Villa de La Paz también conocida como Colonia Piamontesa, primer asentamiento de inmigrantes Valdenses en 1858. Hicimos una parada frente a la Plaza Doroteo García, donde encontramos la primera vivienda del pueblo “Casa Pérez Butler”, sede de la administración de la colonia agrícola de Rosario Oriental. Allí se alojaban los habitantes mientras conseguían trabajo. Visitamos la Capilla de la Santa Cruz y Seminario Católico y la primera Iglesia Evangélica Valdense de América construida entre 1869 y 1893.
Antes de la puesta del sol, partimos hacia Colonia del Sacramento finalizando esta nueva edición de Por los Caminos del Uruguay.
Crónica y fotos: Raúl Reami
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