Estimados lectores,
El sábado pasado, el centro de seguridad vial de Betzholz TCS en Hinwil, Suiza, celebró el evento más importante dedicado a los entusiastas de Alfa Romeo que se haya organizado en Europa. La impresionante muestra de afecto de los fans de Alfa de muy diferentes procedencias y edades (basta pensar en los más de 400 Alfa Romeo expuestos y los más de 5.000 participantes) es lo que ha hecho que esta concentración haya resultado tan única.
En un día dominado por la pasión por una marca con un pasado glorioso e inimitable que sigue inspirando emociones de infarto, especialmente en su temporada de regreso a la Fórmula 1, algunos generosos coleccionistas han mostrado sus extraordinarios vehículos, como el 6C 1750 Supersport Spider Zagato y el 33 Stradale, ganador del Concorso d’Eleganza 2018 de Villa d’Este.
Para alimentar el entusiasmo de los aficionados, también se ha expuesto el showcar del equipo Alfa Romeo Sauber F1 acompañando a los automóviles del Museo Storico Alfa Romeo – La macchina del tempo de Arese.
Alfa Romeo ha escrito magníficos capítulos en la historia del automovilismo, a través de modelos emblemáticos que han obtenido maravillosos triunfos en carrera y se ha ganado un lugar en el imaginario colectivo. El pasado de la marca sigue alimentando la más pura “Passione Alfa Romeo”, por lo que el evento no habría estado completo sin los espléndidos autos que normalmente se conservan en el Museo Storico. Modelos que narran la historia del siglo pasado y abarcan casi la mitad de todo el siglo, de 1930 a 1975, expuestos por FCA Heritage, el departamento del Grupo dedicado a proteger y promover el legado histórico de las marcas italianas de FCA, cuidando de los modelos de la colección de la empresa y de aquellos en manos de los clientes.
El modelo en exhibición más antiguo era un espléndido Alfa Romeo 6C 1750 Gran Sport de 1930, el ícono de la Mille Miglia, que ganó la carrera en la edición de 1930, registrando por primera vez un promedio de velocidad de más de 100 km/h, pilotado por Nuvolari y Guidotti y montando un motor de seis cilindros y doble árbol de levas de 1.752 cc.
El GP Tipo B P3 también en exhibición fue otro modelo que mantuvo un estrecho vínculo con Nuvolari: considerado uno de las mejores máquinas de carreras jamás construidos, fue diseñado por Vittorio Jano específicamente para las carreras de Grand Prix. Ligero y con un motor en línea de ocho cilindros, ganó su primera carrera, el Gran Premio de Italia de 1932, pilotado precisamente por “el mantovano volador”.
Durante los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, después del emocionante éxito en 1950, cuando Giuseppe “Nino” Farina ganó el título mundial en la última carrera, en 1951 Alfa Romeo decidió competir nuevamente con el Alfetta, actualizándolo para crear el auto que ganó el Campeonato del Mundo con Fangio al volante, el Tipo 159.
En 1954, para cumplir con el slogan publicitario que definía el 1900 como el “automóvil familiar que gana carreras” y para obtener un motor más potente, Alfa Romeo aumentó el diámetro de los pistones en 2 mm para disponer de 1.975 cc (en comparación con los 1.884 cc del original) e incrementar sus prestaciones. Estas nuevas versiones se identificaron al añadir “Super” al nombre y compitieron en la categoría Gran Turismo a lo largo de la década de los cincuenta.
El 1750 GT Am, producido en 1970, es otro ícono mundialmente famoso de Alfa Romeo. A diferencia del modelo vendido en Europa, el 1750 GTV, del que surgió el GT Am (que significa “América”), presentaba el sistema de inyección mecánica indirecta Spica, que cumplía con los estándares de emisiones norteamericanos y también era adecuado para las carreras. Con su aspecto agresivo y su motor de 220 CV, logró un gran éxito en el Campeonato Europeo GT cuando el principal piloto del vehículo, el “Holandés volador” Toine Hezemans, ganó el Título de Pilotos en 1970. En esa ocasión fue pilotado por Ivan Capelli, quien unió fuerzas con Alfa Romeo para ganar el Campeonato Europeo de Fórmula 3 de 1984 en el Martini MK42 con motor Alfa Romeo.
El 33 TT 12 debutó el 5 de mayo de 1973 en los “1.000 km de Spa-Francorchamps”, cuando el Campeonato Mundial de Marcas estaba experimentando gran popularidad y atrayendo grandes inversiones de los mejores constructores. El número “33” se introdujo en 1967 y ahora se ha convertido en una leyenda. Las letras “TT” indicaban el “Telaio Tubolare” (chasis tubular), derivado de su predecesor el 33 TT3 con motor V8, mientras que “12” era el número de cilindros del increíble motor boxer de tres litros capaz de desarrollar más de 500 CV y una velocidad de 330 km/h. En “Passione Alfa Romeo” ha sido pilotado por Arturo Merzario, quien ganó el Campeonato Mundial de Marcas en el 1975 al volante del TT12.
Prensa FCA
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