Estimados lectores,
Jean Bugatti, el primogénito del fundador de Bugatti, Ettore, es una de las figuras más destacadas en la larga y fascinante historia de la compañía. Habiéndose convertido en el creador de las más emblemáticas máquinas construidas por la marca y dirigiendo la compañía creada por su padre desde sus 27 años, sufrió un trágico accidente en 1939. El martes 15 de enero hubiese cumplido 110 años, coincidiendo con las celebraciones por los 110 años de la fundación de la marca Bugatti.
El 15 de enero de 1909, Jean nació en Colonia, Alemania, donde Ettore, su padre, se desempeñaba como trabajador, dentro del departamento de producción de la Gasmotoren-Fabrik Deutz AG. El nombre completo de Jean era Gianoberto Carlo Rembrandt Ettore Bugatti, claramente rindiendo tributo a las raíces italianas de la familia (y a otros miembros de la familia), pero se convirtió en Jean debido a su residencia francesa. Fue justamente en el otoño de aquel año del nacimiento de Jean que la familia Bugatti se trasladó a Molsheim. En ese pequeño pueblo alsaciano, Ettore Bugatti inauguró su propia firma en un abandonado taller de tinturas, antes de firmar de forma oficial el acuerdo de propiedad de su fábrica el 1 de enero de 1910.
Desde que era un niño, Jean demostró mucho interés en el negocio de su padre, pasando la mayor parte de su tiempo libre alrededor de los trabajadores de la fábrica. Cuando atravesaba su adolescencia demostró tener talento en diferentes tareas y paulatinamente fue tomando más y más desafíos y responsabilidades. A fines de los años veinte, Jean Bugatti ya era una parte esencial de la compañía. Llegó incluso a suceder a su padre como la cabeza de Bugatti a la edad de 27 años, en el año 1936, luego de una huelga de trabajadores.
Jean, sin embargo, es más conocido por haber concebido algunos de los más renombrados automóviles de la marca (los carrocerías profilée, la Royale Esders roadster, la Type 55…), complementando los conocimientos técnicos de su padre y haciendo de Bugatti uno de los más grandes nombres en el arte de construir automóviles. El revolucionario y legendario Type 57 SC Atlantic fue la creación más emblemática de Jean Bugatti. Proponía allí una coupé de líneas fluídas con una espina central ribeteada y un chasis bajo que acercaba al piso ese monumental concepto estético. Se la considera hoy día una de las coupés más exclusivas y asombrosas jamás construidas. Con apenas cuatro ejemplares completados y apenas dos de ellas manteniendo todas sus partes originales, no es de extrañar que sea uno de los autos de mayor valor en el mundo.
La segunda de las cuatro Atlantic fue la Bugatti Type 57 SC Aero Coupé de 1936, un vehículo que sería conocido como “La voiture noire”. Es quizá el auto más mítico de la historia. Luego de haberse concluido esa elegantísima silueta, fue utilizada para ilustrar folletos y ser exhibida en diversas exposiciones de automóviles en Francia. Se asegura que nunca tuvo un propietario registrado, pero fue empleado como auto personal por Jean Bugatti, quien apenas se permitía prestarlo a sus amigos pilotos de la época, como William Grover-Williams y su esposa. La última referencia válida del auto es formando parte de una lista del inventario que Ettore Bugatti envió por tren de sus posesiones más preciadas, con destino a Bordeaux, intentando escapar de la ocupación nazi de Francia. Lo que sucedió con “El automóvil negro” luego de esto es un territorio sembrado de leyendas. La teoría más común es que los nazis se apropiaron del vehículo hacia el final de la Segunda Guerra y lo desarmaron por completo, reutilizando sus componentes de aluminio para sus últimos y desesperados esfuerzos bélicos.
Jean Bugatti no vivió para ver la dramática pérdida de su amado “automóvil negro”. El 11 de agosto de 1939, a la edad de 30 años, se encontraba manejando otra Bugatti en uno de los habituales recorridos de test drive en cercanías del pueblo de Duppigheim, no muy lejos de la fábrica, cuando un ciclista atravesó un hueco entre los árboles y sorprendentemente cruzó el camino. Jean intentó evitar llevarse por delante al ciclista y perdió el control de su vehículo, chocando contra un árbol. Actualmente, un monumento en el lugar del accidente nos recuerda su trágica pérdida. El lugar del descanso final de Jean se ubica dentro del panteón familiar en el cementerio municipal de Dorlisheim. Muy cerquita de allí, el legado de su padre continúa vivo hasta el día de hoy, en las instalaciones actuales de la marca Bugatti.
Prensa Bugatti
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