A veces, el destino nos sorprende con bellas historias y en un año tan difícil y extraño como este, nos hacen disfrutar mucho más de estas casualidades. Viendo la situación actual en que ningún evento se salva de las cancelaciones o retrasos en su celebración, a mediados de Septiembre me encontré (camino de otro evento) con la subasta de gran parte de la colección de André Trigano que había sido pospuesta desde el mes de mayo. En la Retromobile de 2016 ya se vendieron los mejores ejemplares de Citroën de su colección. Pero esta vez se vendió casi toda la colección que le quedaba. Comento lo de casi, porque al parecer todavía se ha quedado con unos cuantos vehículos para disfrutar.
Si lo habitual es que este tipo de subastas se realizan una vez ha fallecido el protagonista de tal compilación, el destino quiso que el día que se hizo la venta pública coincidiera con el 95 cumpleaños de André Trigano. El protagonista de esta historia sigue vivo y ha llevado una vida de película. Trigano nació de padres judíos sefardíes argelinos en París en 1925. Tenía 15 años cuando un oficial de policía francés notificó a la familia que figuraba en una orden de arresto de la Gestapo. Aunque la familia huyó a las montañas, el joven André se volvió activo en la Resistencia, ayudando a los pilotos de aviones aliados derribados a escapar a España. Debido a su colaboración, fue arrestado tres veces por los nazis. Después de la guerra, Trigano amplió la empresa de fabricación de tiendas de campaña de su familia con un floreciente negocio que organizaba vacaciones en camping al inicio de las vacaciones pagadas. Además de su exitosa carrera empresarial, también participó activamente en política, como atestiguan sus dieciséis mandatos electorales como diputado, consejero general y alcalde. Y por si fuera poco todo lo anterior, fue piloto de rallyes durante los 50 como el Montecarlo, o el Tour Auto.
Su colección cubría todas las épocas y todo tipo de vehículos. Fue así como su pasión por el automóvil le llevó a unir coches populares como el Fiat 500, el Volkswagen Beetle 1300 o el Renault 5 -rara versión Le Car- pero también modelos estadounidenses:Cadillac Imperial Limousine Fleetwood, Ford AF Coach, Chrysler Airflow Imperial 8, Chevrolet Blazer, automóviles de lujo: Rolls-Royce Phantom V Limousine, Delahaye 135 M Cabriolet Estérel de Guilloré, Facel-Vega HK500, Iso Rivolta, modelos deportivos como Lamborghini 400 GT, Aston Martin DBS V8, Lancia Aurelia B24 y auténticos barn find que recordaban a la colección Baillon como Lincoln Zephyr V12 Coupé, Salmson G72 Randonée, Mercedes Benz 250 S o gran variedad de clásicos populares de marcas francesas.
La venta de la colección fue un éxito para Artcurial, recaudando más de 4 millones de €. El fervor mostrado durante la semana de exposiciones se confirmó el domingo durante la subasta. La falta de precios de reserva contribuyó sin duda al éxito de esta venta que será recordada por el ambiente festivo que reinaba allí. Lo más destacado de la venta fue el Lamborghini 400 GT de 1967 que alcanzó los 481.600 €.Anteriormente propiedad de Charles Aznavour, el Rolls-Royce Phantom V Limousine James Young de 1962 cambió de manos por 180.600 €. El Pontiac Grand Safari de 1973 se disparó a 49.400 euros, ocho veces su estimación más alta. Ofrecido por sus ejecutivos con motivo de su cuadragésimo primer aniversario, el Mini Moke batió un récord al alcanzar los 45.800 €. Por último, cabe destacar que el Renault 4 “art car” imaginado por el artista Arman en 1967, en beneficio de la Fundación para la Investigación Médica Francesa, también recibió una cálida acogida y finalmente se adjudicó en 50.568 €, es decir, 20.568 €. más que su estimación más baja.
Texto y fotos Sergio Calleja - Sport Classic Car
Comments powered by CComment