Estimados lectores,
Este año 2020 siempre estará en nuestra memoria debido a los tiempos que corren, aunque también por los aniversarios de diferentes modelos. En este caso, se cumplen los 50 años del nacimiento de un vehículo maravilloso: el Lamborghini Urraco, presentado en el Salón del Automóvil de Turín, a finales de octubre de 1970. Este modelo se destacó de inmediato por sus innovadoras soluciones técnicas para la época, gracias a la contribución del ingeniero Paolo Stanzani, padre técnico del Urraco y Director Técnico de Lamborghini en ese momento. El diseño del proyecto fue confiado al reconocido diseñador Marcello Gandini, por aquel entonces diseñador jefe de Carrozzeria Bertone.
El Urraco es una veloz coupé 2+2, con motor V8 central trasero y suspensión independiente, con esquemas de suspensión McPherson tanto en el tren delantero como en el trasero, utilizado por primera vez en un auto de producción.
Presentado inicialmente con el V8 de 2,5 litros, que desarrollaba 220 CV a 7.800 rpm con los que alcanzaba una velocidad máxima de 245 km/h, el Urraco presentaba la doble novedad de un motor de 8 cilindros y una distribución con un solo árbol de levas en cabeza por bancada. El esquema técnico del propulsor se completó con el uso de una tapa con cámara “Heron” con su parte interna plana y una cámara de combustión localizada en la depresión de la parte superior del pistón. Esta combinación de soluciones permitió conseguir mayor relación de compresión sin aumentar los costos. Otra novedad para Lamborghini la constituían los cuatro carburadores Weber de doble cuerpo tipo 40 IDF1.
El sistema de producción de este automóvil trajo aparejada otra innovación, planeada desde las primeras etapas del proyecto para ser mucho menos artesanal que lo que era costumbre en otros modelos de Lamborghini. La creación del Urraco se atribuyó a un deseo expreso de Ferruccio Lamborghini, que deseaba ampliar la producción de la empresa y hacer un Lamborghini accesible a un público más amplio, aunque no masivo. Entusiasmado por haber arruinado el sueño de Enzo Ferrari, implementa una expansión de la gama, en la que el Urraco tiene el papel de nivel de entrada en su mundo mágico. La idea de Ferruccio Lamborghini, a finales de la década de 1960, es ampliar la oferta incluso para los bolsillos menos hinchados. Los competidores de referencia son el Dino 246 GT y el muy clásico Porsche 911, que saben emocionar a los jóvenes padres de la época, aunque con motores y dimensiones no exageradas.
Sólo 4,25 metros de largo era la medida externa más importante del Urraco, mientras que la presentación del interior era muy innovadora en cuanto a la disposición de los instrumentos, la posición de los mandos y su volante, con un aro muy desplazado con respecto a su base.
Introducido como Urraco P250, en donde la “P” aludía a la posición trasera (posteriore) del motor, y 250 la cilindrada del motor (2,5 litros), fue producido desde 1970 hasta 1976. El Urraco se presentó en el Salón del Automóvil de Turín de 1974 en la versión P200 de cilindrada reducida (con 1.994 cc y 182 CV), destinada al mercado italiano, de 1975 a 1977. La siguiente versión P300 (con 2.996 cc y 265 CV), presentada en 1974, se produjo de 1975 a 1979. Del P250 Urraco se construyeron un total de 520 ejemplares, a los que hay que sumarle 66 unidades del P200 y 190 automóviles del modelo P300, que cerró la vida industrial del Urraco que, por otra parte, se extendió durante la década de los años 70 completa.
La prometedora carrera de Urraco se vio obstaculizada, en la década de 1970, por las tensiones políticas y el aumento vertiginoso del precio del petróleo, pero hoy es un coche clásico de colección muy codiciado, con valoraciones en rápido crecimiento.
Redacción
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