Estimados lectores,
Desde Argentina nos llegan las fotografías de la reapertura del Autódromo de Buenos Aires Juan y Oscar Gálvez celebrado el pasado fin de semana.
El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires renovó la pista del Autódromo. El objetivo es tener un “autódromo certificado y homologado internacionalmente para permitir que Buenos Aires reciba competencias de distintas categorías del deporte motor de diversas partes del mundo”. Veintiocho años habían transcurrido desde la última vez que los circuitos habían sido reasfaltados, tarea que coincidió con el comienzo del último póquer de visitas que realizó la Fórmula 1, entre 1995 y 1998, a la Argentina.
Fuentes oficiales detallan el proceso: “El asfalto de la pista del Autódromo había agotado su vida útil, ya que desde 1995 no recibía una rehabilitación integral. Es por eso que se repavimentaron en forma completa los más de 7.000 metros que incluyen el Circuito N° 6 y los circuitos internos. La transformación integral también incluyó la repavimentación de ingreso y calle secundaria de Boxes y obras complementarias como la readecuación de sectores de desaceleración y perfilado de terreno natural y la readecuación del sistema hidráulico del autódromo”.
“Tras la finalización de la obra, resta ahora que el asfalto se asiente para que se retomen las actividades deportivas que estuvieron suspendidas durante el período en el que se realizaron las tareas. Los trabajos contaron con el aval formal y fiscalización del Automóvil Club Argentino (ACA), mediante su Comisión Deportiva Automovilística (CDA). Cabe señalar que ACA, en su carácter de Autoridad Deportiva Nacional (reconocida por la Federación Internacional del Automóvil), detenta el poder deportivo calificado para aplicar el Código Deportivo Internacional y sus normas complementarias”, sumaron.
Durante el encuentro se exhibió el Williams con el que Carlos Reutemann obtuvo el subcampeonato mundial de la Fórmula 1. Se trata del Williams FW07B que pilotó Carlos Reutemann durante la temporada de 1980. El Trueno Naranja de Carlos Pairetti, el famoso Chevi de Jorge Cupeiro y el Torino campeón, fueron algunos de los autos que forman parte del Museo del TC y estuvieron presentes en la fiesta. También hubo otros históricos como la coupé Fuego de Juan María Traverso o el Fiat Regatta de Osvaldo “Cocho” López. Así mismo estuvo presente el Museo Juan Manuel Fangio con varios monopolios entre los que destacaban el Maserati 250 F y el Alfa Romeo 308.
La fiesta fue abierta al público y con acceso solidario; cada persona debía traer un alimento no perecedero para poder entrar. Además, hubo actividades para toda la familia, juegos, concursos y vivir a pleno el ruido de los motores de coches clásicos de diferentes categorías que a lo largo de la historia hicieron vibrar el cemento de los distintos circuitos del Autódromo.
Redacción
Fotos: Sr. Fernando Palermo y Sr. Gustavo Feder
Agradecimiento: Sr. Alejandro Beiroa
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