Estimados lectores,
- Nuevo Rines Motor Club en Sant Pere de Ribes
- 100 años del Autódromo de Terramar
- +200 vehículos se dieron cita en el autódromo
El recién estrenado Motor Club de Ribes ha celebrado por todo lo alto su presentación con una gran fiesta del motor en un extraordinario entorno: el Autódromo de Terramar. Un poco más de 200 vehículos clásicos, deportivos y de colección llegaron desde muy temprano en la mañana a las instalaciones del Autódromo, donde la organización del evento les esperaba. A medida que fuimos llegando, nos dejaron rodar una vuelta en el mítico circuito, para luego aparcar en la recta del mismo junto con los demás participantes. Llevábamos mucho tiempo sin tener la oportunidad de volver a rodar en el increíble autódromo, así que cuando nos enteramos, sin dudarlo hasta allí nos acercamos.
Destacamos la participación de 3 monopolios que hicieron las delicias de los presentes: El Ricart, Delahaye y Talbot, los tres pertenecientes a la colección de Ramón Magriñá. Fue una delicia poder verles en la pista. Más tarde se sumaron Rolls Royce, Bentley y algún otro vehículo pre guerra. Destacamos la presencia de otros automóviles fantásticos como Ferrari, Jaguar, BMW, Mini, Simca, Seat, Renault y tantos otros.
Al mediodía, una vez finalizado el encuentro de vehículos clásicos, fue el turno de la Festa Major de Sant Pau, en un acto convocado por el Ayuntamiento de Sant Pere de Ribes y la Colla Jove de Diables de Ribes. En la presentación participaron Josep Moya, concejal de Cultura; Albert Guillaumes, en representación de la Comissió de Balls Populars; Enric Mateo, presidente del Motor Club, y el artista Lluís Amaré, autor del cartel de la fiesta. También intervinieron Marcel Ricart, en representación de la familia propietaria de los terrenos, y Matthieu Liard, director del Autòdrom, que subrayó el compromiso para potenciar eventos como el celebrado.
A continuación, petaron las carretillas para acompañar los versos satíricos de los diablos, que actuaron frente a la masía del Clot dels Frares, uno de los elementos patrimoniales del Autòdrom, que data del siglo XVI y que será objeto de restauración con la reapertura. La Colla Jove utilizó también una emblemática Montesa en su representación.
El acto de ayer fue el primero del año del centenario del Autòdrom, en el que está previsto también que empiecen los trabajos de adaptación de las instalaciones para el proyecto de reapertura, una vez realizados todos los trámites administrativos y urbanísticos con las distintas administraciones implicadas.
Redacción
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