Estimados lectores,
- 1 de 4 unidades fabricadas, chasis 50017
- fue propiedad de Juan Manuel Fangio
- extensa historia de carreras de este coche clasico
- es una de las piezas más emblemáticas en la historia del automovilismo argentino
Aprovechando la presentación de la restauración de este magnífico y original automóvil hace unos días en el Club de Automóviles Sport de Argentina, aprovechamos para hacer una reseña de su historia.
El Alfa Romeo 308C es un automóvil histórico que refleja el legado y la destreza técnica de la marca italiana Alfa Romeo en las décadas de 1930 y 1940. Este modelo fue diseñado específicamente para competir en carreras de Grand Prix, marcando un capítulo crucial en la evolución de los coches de competición previos a la Segunda Guerra Mundial.
Contexto Histórico
En los años 30, el automovilismo estaba en auge, con marcas europeas como Mercedes-Benz, Auto Union y Maserati compitiendo ferozmente en las pistas. Alfa Romeo, ya consolidada como una potencia en este ámbito gracias a modelos como el P2 y el P3, quería mantener su posición de liderazgo. En este contexto, se diseñó el Alfa Romeo 308C para competir en la categoría de Grand Prix, en la cual las regulaciones técnicas limitaban la capacidad del motor a 3 litros para motores sobrealimentados y 4.5 litros para motores atmosféricos.
Diseño y Desarrollo
El 308C fue concebido bajo la dirección del legendario ingeniero Vittorio Jano, aunque su desarrollo posterior estuvo a cargo del equipo de Enzo Ferrari, quien en ese momento dirigía la Scuderia Ferrari, entonces el brazo de competición de Alfa Romeo.
El nombre "308C" deriva de su configuración técnica:
- "3" por su motor de 3 litros.
- "08" para denotar su disposición de 8 cilindros en línea.
- "C" hacía referencia a su chasis, diseñado para ser liviano y competitivo.
Motor y Rendimiento
El 308C estaba equipado con un motor de 8 cilindros en línea sobrealimentado por un compresor mecánico tipo Roots. Este motor entregaba una potencia de alrededor de 295 caballos de fuerza a 6,500 rpm, lo que era impresionante para la época. Su diseño se centraba en maximizar la velocidad y la estabilidad en las rectas, características esenciales para las carreras de Grand Prix de entonces. Su velocidad máxima era de 275 km/h.
Chasis y Suspensión
El chasis del 308C estaba compuesto de tubos de acero, proporcionando una estructura liviana y resistente. La suspensión independiente en las ruedas delanteras y un eje rígido en la parte trasera, combinado con frenos hidráulicos en las cuatro ruedas, le daba un manejo competitivo en las exigentes pistas europeas.
Participación en Competencias
El Alfa Romeo 308C debutó en 1938 en un momento en el que los equipos alemanes, especialmente Mercedes-Benz y Auto Union, dominaban las carreras de Grand Prix con apoyo gubernamental masivo. Aunque el 308C mostró un rendimiento sólido, no logró igualar la potencia y sofisticación técnica de sus rivales alemanes.
Tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial en 1939, el automovilismo internacional se detuvo, dejando al 308C con pocas oportunidades para brillar. Sin embargo, algunos ejemplares continuaron participando en competencias después de la guerra, especialmente en carreras locales e independientes.
El chasis 50017 llegó a Uruguay en 1938 importado por un piloto llamado Caviglia. Desafortunadamente, Caviglia no pudo cumplir con los requisitos aduaneros impuestos por el país así que el coche se quedó en la aduana uruguaya varios meses hasta que se decide subastarlo. Un ciudadano argentino lo adquiere y lo prepara para competiciones con recambios solicitados a Alfa Romeo en Milano. Después el ídolo local Oscar Gálvez se hace con el vehículo y participa con él en diferentes pruebas de motorsport en el país austral. Su victoria más épica fue en Buenos Aires en 1949 donde gana a pilotos de la talla de Fangio, Farina, Villoresi y Ascari. Finalmente el coche llega a manos de Juan Manuel Fangio quién lo vuelve a preparar para competir y lo cede a diferentes pilotos locales. En 1953 el propio Fangio prepara la temporada europea con este coche en Buenos Aires, luego del accidente que sufrió. El Chueco conserva el vehículo en su concesionario Mercedes Benz hasta 1970 cuando se utiliza para una exhibición. Cuando se inaugura el Museo Fangio, el coche se traslada allí, su lugar definitivo.
A pesar de los diferentes intentos por parte de coleccionistas europeos y argentinos de comprar el vehículo, siempre permaneció en Argentina. Para evitar futuras tentaciones, el gobierno provincial lo declaró bien del estado.
Actualmente el vehículo acaba de ser restaurado por Pur Sang Argentina.
Legado
El Alfa Romeo 308C es recordado como un testimonio del ingenio y la pasión de Alfa Romeo en una era de innovación y rivalidades intensas. Aunque no fue el modelo más exitoso de la marca en términos de victorias, su diseño y participación en la historia del automovilismo lo han convertido en una pieza valiosa de colección y una referencia para los entusiastas de la ingeniería automotriz clásica. Hoy en día, es un símbolo del espíritu competitivo y la elegancia italiana en las primeras décadas del automovilismo. La participación del 308C en competencias argentinas reforzó los lazos entre el automovilismo local y la tradición europea, una conexión que influiría en el desarrollo del deporte motor en Argentina.
Agradecemos a nuestro amigo Tito Barreiro ( https://www.instagram.com/elhubgarage/?hl=es ) por habernos enviado las magníficas instantáneas.
Redacción
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